Enrique Carmona
Tuve que esperar a los 40 para empezar a cumplir mi vocación de toda la vida: Ser psicólogo.
Mi familia y, especialmente, mi mujer me ayudaron a conseguirlo. Es un trabajo de ambos, al 50%. Ahora le dije de estudiar Filosofía y ella me comentó no sé qué de divorcio…
La pregunta que da nombre a este camino «¿Y si lo hacemos fácil?» fue una frase que mi hijo David (futuro gran psicólogo) tenía en su estado de WhatsApp. Una de tantas cosas que he aprendido de mi hijo y de mi hija. Pues pensé…. ¡Es cierto! ¿Por qué no hacer las cosas un poco más fáciles? ¿Por qué poner piedras donde no las hay? Y.. . ¿qué es lo que hace que las circunstancias se compliquen? La respuesta la aprendí de los duelos, de las pérdidas: El sufrimiento.
¡Ojo! ¡El sufrimiento es una cosa (lo que interpretamos) y el dolor es otra (lo que sentimos). El sufrimiento aniquila, traba, frena el crecimiento. El dolor lava, aclara, acelera el crecimiento. El sufrimiento se vale de la angustia. El dolor de la tristeza y, como dijo Khalil Gibran, «La tristeza y la alegria son las dos caras de la misma moneda». Y tal vez tuviera razón… Quitemos el sufrimiento… y ya lo estamos haciendo fácil.
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Psicólogo. Nº col. 09312
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Máster en Psicooncología y Cuidados Paliativos
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Elaboración del Proceso M.A.R.
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Terapia EMDR
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Especialista en duelos
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Responsable del grupo de trabajo de psicooncología de COPAO
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Colaborador como docente en la fundación New Health
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Colaborador como docente en la fundación Marcelino Champagnat
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